En la cama...

¡Mira que eres indiscreta, D.P.! Me preguntas qué es lo más importante para mí en la cama. Ya sabes que no tengo pelos en la lengua, en otros sitios tampoco, y contestaré sinceramente.

Lo que más me gusta en la cama es que las sábanas estén bien estiradas, huelan bien y estén fresquitas. Me encanta meterme en la cama, incluso en invierno, y sentir la tela fría sobre mi cuerpo.

Pero creo que no te refieres a esto, ¿no? Vale, hablaremos entonces de lo otro...

En la cama, como en la guerra, todo vale. Al ser algo entre varias personas, no siempre tienen que ser dos, debe de haber una confianza y sobre todo algo de química entre nosotros. A partir de ahí, todo es dejarse llevar...Yo soy muy de "¡Vamos a por todas!" y ya que te pones, te pones. Yo no limpio mi casa si no espero invitados, quiero decir, yo no me lavo, me depilo y me hago una lavativa si la visita no es buena.

Como bien enseña la Biblia, hay que dar para recibir y yo, que soy muy generoso, soy más de dar que de recibir, no sé si me entiendes. Aunque hay veces que estás tan dispuesto por la labor, que te arde todo y te abres para dar la bienvenida a todo aquel que quiera ser recibido por un servidor y disfrutar de mi casa, un poco pequeña y estrecha, pero mía al fin y al cabo. Y como en mi casa mando yo y soy yo quien pone las reglas, me encanta decir lo que los demás deben hacer. Sí, en ese aspecto soy un sargento. No me gustan esos que no hacen nada, o que son tan, tan activos, que no participan en nada y sólo te la quieren meter, porque son como anestesistas y no llegas a sentir nada. Tampoco me gustan esos pasivos, que tampoco hacen nada y sólo se abren en canal, ponen culo en pompa y se quedan en esa posición las horas que hagan falta. No señores, no. El sexo no consiste en eso. Hay que dejarse llevar, y ya que es algo íntimo y nadie nos juzgará por ello porque nadie nos verá, al menos que te grabes o hagas porno, sé valiente y atrévete a hacer lo que siempre has querido y no te has atrevido. El sexo son sensaciones, no representar un papel.
Recuerdo la primera vez que me llamaron "puta" en la cama. Mi primera reacción fue ofenderme. Quería levantarme e irme, pero noté en mis criadillas un calor interno inexplicable y una superproducción acelerada de espermatozoides, que se me olvidó el enfado y se convirtió en excitación. Espero que Luis aún lo recuerde... porque fue increíble...

Si mientras estás +*"·$#&% suena como si estuvieras corriendo con chanclas, es que hay algo que no estás haciendo bien. Pero si después, te duele todo, es que lo has hecho genial. 

Búscate alguien participativo, divertido, buenorro, y que sea un cerdo en el tema, porque si no, lo único que harás bien en la cama será desayunar y dormir.