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Sadomasoquismo

"A mi chico le va el rollo "sadomaso" y a mí no". Así es el asunto del mail que me envía el Sr. Chucky. Espero que no sea el muñeco de la película porque si no, entendería perfectamente los gustos de tu novio, bonita.

Vayamos por partes. Vamos a explicarle a la gente en qué consiste eso del sadomasoquismo. El sado es sentir placer a través de producir dolor a la otra persona y el masoquismo es el placer de recibirlo. Por lo tanto, las dos juntas significan que te pone como una perra azotar a otros y que te peguen hasta que te corras de gusto....perdón por la ordinariez, pero lo que es, es.
Para aprender de este tema no hace falta que te leas las historias del Marqués de Sade, aunque son muy aconsejables para ver hasta qué punto llegaba este señor en sus fantasías sexuales. Usa algo más moderno para saber cómo va todo este rollo y lee las "50 sombras de Grey". No hace falta que te leas la trilogía, con el primer libro ya estarás más que servido y documentado.
Este tipo de juego tiene que darse cuando ambas partes estén de acuerdo y todo esté bien hablado y consensuado. Hay que poner límites, usar palabras claves para parar el juego cuando se quiera, saber hasta dónde se puede llegar....etc... Recuerda que lo que para ti es dolor, quizás para el otro no lo sea o viceversa. Tampoco olvides que el dolor y la mala leche van separadas por una fina linea que se pude traspasar en milésimas de segundos.
Para este tipo de juegos se utilizan látigos, antifaces, plumas, velas, esposas, cuerdas, fustas, látex...etc y uno siempre hará el papel de amo y el otro de siervo. Al tratarse de un juego, nadie es mejor que nadie por adoptar un papel y lo importante es que ambas partes lo pasen bien y disfruten al máximo.
Ahora bien, ¿que a tu novio le va ese rollo y a ti no? Pues muy fácil. Abrid la pareja y deja que él se busque las papas para encontrar amiguitos con los que jugar y tú mientras te quedas en casa tejiendo, viendo Ana Rosa y cuidando a los gatos, mamarracha. ¡Qué no, pava! Intenta jugar con él y a ver hasta dónde puedes llegar. No sabes si algo te gusta hasta que no lo pruebas. Dile dónde están tus límites y relájate. Disfrutarás viendo a tu pareja disfrutar con algo que le gusta y encima haciéndolo con el amor de su vida, ¿no es bonito? Pruébalo y ya me cuentas...
PS- En tres meses vemos al Sr. Chucky como un Cristo en Jueves Santo... y si no, al tiempo...

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