Cristian se pone en contacto conmigo preocupado por su relación amorosa. No encuentra a su media naranja y sólo se choca con medios limones. Tiene miedo a quedarse solo y que eso, le lleve a una depresión. Está dispuesto, incluso, a tirar la toalla.
Mira Cristian, nunca cierres puertas porque en cualquier momento puede aparecer la oportunidad de tu vida. Eso sí, no te cierres a nada, quizás el amor de tu vida no es una "chocho" y sí un "pisha"... Nunca se sabe.
Lo primero que tienes que hacer es no quedarte anclado en el pasado y pasa página con tus relaciones anteriores. Cada persona es un mundo y cada relación que tengas también, por eso no debes ni comparar ni tener las mismas espectativas.
Tampoco fuerces la maquinaria con cosas que no te van a llevar a ningún sitio, es decir, no pierdas tiempo con aquellas con las que ya sabes, de antemano, que no llegarás muy lejos. Igualmente no la fuerces si crees que tienes posibilidades de que esa relación madure, porque las prisas nunca fueron buenas.
Lo primordial es ser tú mismo y no aparentar una cosa al principio de la relación y luego ser totalmente otra. Sé tú desde el minuto 1. No puedes empezar engañando porque eso no trae nada bueno y al final, sólo sería un fiasco para la persona que te esté aguantando. Piensa si este punto lo estás haciendo mal y si es así, rectifica.
Y sobre todo, no te olvides de Tinder, Badoo o Grindr...lo que quieras, prefieras o te apetezca utilizar porque quizás en alguna de ellas encuentres la que exprima tu naranja dando el mejor zumo.
No te amargues y no pienses tan negativo, hombre. Trata de encontrarte a ti mismo, primero, y luego busca a esa persona que te llevará al séptimo cielo y te llene de amor y fluidos corporales.
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